Cómo gestionar los contenidos para mejorar una revista digital
Claves técnicas y estratégicas para escalar la versión digital de una revista o periódico.
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Publicado el
Desarrollador Full-Stack y CEO de Root Digital | Experto en CMS Headless | 17 Años de Experiencia
Estructura de los contenidos
Antes de empezar, debemos definir bien una estructura de contenidos, ya que nos va ahorrar muchos quebraderos de cabeza y aportarnos una visión más clara del funcionamiento general.
En experiencias anteriores, he visto cómo una mala planificación, ha desembocado en duplicidad de desarrollos, dinero, y tiempo invertidos día a día.
Desde un punto de vista estratégico, lo mejor es organizar la estructura en base a los tipos de contenido en nuestro ecosistema, los más comunes son:
- Artículo
- Noticia
- Newsletter
- Vídeo
- Podcast
- Encuesta
- Presentación / Diapositiva
- Descargable
- Comentario
- Publicación en red social
Estos contenidos, pueden convertirse en un contenido patrocinado en cualquier momento. De ahí que no incluya, por ejemplo, el tipo publireportaje.
Adicionalmente tenemos contenidos propios de cualquier página web, tales como:
- Página de inicio
- Página de sección / categoría
- Página de listados
- Resultados de búsqueda
- Landing page
Antes de empezar, es importante que los departamentos Editorial y Marketing Digital se coordinen, para planificar correctamente el contenido antes de crearlo, y maximizar el alcance de cada publicación.
Esto no solo afecta a la temática, o a la longitud de los textos que se publican en cada formato, sino a la predisposición del lector para consumir el contenido, y a qué acción queremos que realice después de consumirlo.
Ejemplo práctico:
Imagínate que redactáramos un artículo hablando de rincones exclusivos en Palma de Mallorca para tomar un negroni, no tendría mucho sentido enviar el artículo completo en una newsletter a primera hora de la mañana, ya que el engagement sería muy bajo.
En lugar de ello, deberíamos programar el artículo para que se envíe a través de la newsletter y publique en redes, a la hora local en la que el lector está planificando su próxima salida. (O asignarle una categoría, por ejemplo "Dinning out" y que esta categoría sólo se envíe en ciertas franjas horarias).
En cuanto al formato, tampoco sería recomendable enviar el artículo completo, ya que no incentivamos al lector a realizar la acción que necesitamos: Visitar nuestra web.
En su lugar, debemos crear un resumen para la newsletter y así mostrar solamente parte del contenido, para que el lector acceda a la web y así consuma publicidad, e interactúe con otros contenidos. También podemos crear slides para ver en Facebook o Linkedin, reels para Instagram o Tiktok, o incluso piezas de podcasts que hagan referencia al artículo. Cada plataforma requerirá una acción diferente, y todo dependerá de nuestra estrategia de captación, público objetivo y temática del contenido.
La clave de esta metodología es que si se planifica adecuadamente, no generamos cuellos de botella en los procesos de publicación en RRSS o de elaboración de las newsletters, ya que gran parte del trabajo, ya vendría preparada desde Editorial.
IMPORTANTE: No hay que olvidar que nuestro objetivo siempre debe ser el de aumentar el número de interacciones de nuestra audiencia con los contenidos, ya que esto repercute en un incremento de los ingresos por publicidad y número de suscriptores.
Cómo evitar errores al publicar contenidos
Puede que ésta sea una de las partes más difíciles de aceptar: Los humanos cometemos errores.
En numerosas ocasiones, he visto cómo un editor cometía faltas de ortografía en la redacción de sus artículos, y estas faltas terminaban publicadas. Normalmente la represalia iba para el equipo de redactores, que se debían encargar de revisar, aunque rara vez era culpa de ellos.
¿Qué pasaba?
En el caso que tengo en mente, 5 o 6 personas intercambiaban información a través de email, generando un hilo infinito de correcciones. A veces, el contenido original era revisado de forma correcta por el equipo de redacción, sin embargo, esto no impedía que un segundo editor, diera su opinión en el hilo, y enviara una copia del artículo completo, con sus cambios, borrando las correcciones anteriores.
También es relativamente habitual encontrar enlaces rotos al pinchar una publicación en redes sociales, bien sea porque se ha borrado, cambiado el enlace, o porque la publicación en redes se ha hecho antes que la misma noticia.
Por suerte, todo esto se puede resolver con tecnología. Hoy en día disponemos de gestores de contenidos que permiten la edición de un artículo por varias personas en tiempo real (igual que hace Google Docs), configuración de flujos para no publicar un contenido si determinadas personas no lo han aprobado, etc. También tenemos mecanismos para comprobar si un enlace está roto antes de publicar un contenido en redes sociales, y poderlo corregir, y gracias a la ayuda de la inteligencia artificial, a detectar cualquier tipo de error durante la redacción del contenido.
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